El ‘cese de fuego histórico’ en Colombia que sólo existió en la imaginación del Petro
El anuncio de Petro en vísperas de año nuevo inspiró esperanza y titulares, hasta que los grupos criminales nombrados negaron que existiera un alto el fuego bilateral
En las últimas horas de 2022, el Presidente Petro Gustavo, anunció a través de Twitter un cese del fuego bilateral de 6 meses con los seis mayores grupos armados criminales del país, un acuerdo que supuestamente afectaría a unos 10.000 combatientes que operan en más de un tercio del país.
El lunes, una vez pasadas las vacaciones, sus portavoces salieron de gira de prensa para entrevistarse con la prensa local. La noticia fue rápidamente recogida por servicios de noticias internacionales como Reuters y AFP, aunque los detalles eran escasos.
El Espectador, uno de los mayores periódicos de Colombia, afirmó que Petro había "logrado lo imposible". Los representantes de la ONU en Nueva York saludaron el anuncio como una victoria y ofrecieron su apoyo. Petro les invitó a ser garantes del proceso. En Twitter, los partidarios de Petro calificaron el acuerdo de "histórico".
El único problema era que no existía ningún alto el fuego.
El grupo rebelde el Ejército de Liberación Nacional (ELN) negó el martes no sólo haber aceptado ninguna cesación del fuego bilateral, sino también negó haber sido consultado formalmente al respecto. Hasta los oficiales del Ejército y la policía colombianos dijeron que no tenían ningunos órdenes ni comunicaciones al respecto.
Los dos grupos disidentes de las FARC que, a quienes según Petro ya eran signatarios, Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central, fueron un poco más diplomáticos. Expresaron su interés por un posible cese del fuego en el futuro, un alto el fuego del que no afirmaron en ningún momento tener conocimiento previo.
El gobierno, en una rueda de prensa extremadamente incómoda al día siguiente, admitió que no se había firmado ningún alto el fuego y canceló formalmente la tregua, que nunca existió. Los expertos en consolidación de la paz sugieren que el incomprensible anuncio de Petro de un imaginario alto el fuego bilateral dificultará las conversaciones con el ELN.
Los negociadores del ELN, que iniciaron conversaciones de paz con el gobierno en noviembre, dijeron el jueves que están dispuestos a discutir el tema cuando se reanuden las negociaciones a finales de este mes en Ciudad de México, pero las acciones del gobierno han dejado tanto a partidarios como a críticos dudando de si realmente se puede confiar en lo que dice la administración.
Petro, que asumió el cargo en junio, prometió llevar a Colombia lo que denomina "Paz Total", mediante negociaciones de desarme con los grupos criminales armados.
En 2016, Colombia firmó un histórico acuerdo de paz con el grupo rebelde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), poniendo fin oficialmente a más de medio siglo de guerra civil. Sin embargo, a pesar de las esperanzas generalizadas de consolidación de la paz, la violencia ha aumentado en los últimos años, especialmente en las zonas rurales anteriormente controladas por las FARC, ya que numerosos grupos armados luchan tanto contra el gobierno como entre ellos por el control territorial.
Los residentes que viven en zonas de conflicto, que apoyaron mayoritariamente a Petro durante su elección, llevan mucho tiempo enfrentándose a promesas incumplidas por parte del gobierno de traer la paz, así como inversiones.
Es probable que el error no forzado de Petro agrave sus dudas de que el gobierno de Petro cumpla, o pueda cumplir, su palabra.
Andrés Silva Rojas es un líder comunitario que aboga por prácticas agrícolas sostenibles entre los cultivadores de coca del Catatumbo, una de las mayores regiones productoras de coca del mundo, y una región que ha quedado rezagada por las promesas gubernamentales en el pasado.
"Esto sólo daña aún más la confianza de la comunidad en que se puede confiar en el gobierno", dijo a PWS. Rojas explicó que muchos en la comunidad apoyaron firmemente el histórico acuerdo de paz del país con las FARC en 2016. Pero las promesas del gobierno de construir infraestructuras y crear oportunidades económicas fuera de los mercados ilícitos nunca se materializaron.
"La única vez que vemos al gobierno es cuando vienen a quemar nuestros campos [de coca]".
Rojas afirma que sin el apoyo de las comunidades que viven en las zonas controladas por los grupos armados no será posible una verdadera reforma. Y aunque él apoya los esfuerzos de paz, también afirma que este último episodio no hace sino reforzar la percepción entre los cocaleros de que "los políticos prometen lo que creen que la gente quiere oír durante la campaña, y luego nos abandonan a todos una vez que tienen el poder. Así ha sido siempre en Colombia".
Es muy posible que las negociaciones de paz del próximo mes conduzcan a un alto el fuego bilateral que realmente exista, pero para que ese alto el fuego se mantenga, tanto los residentes como los grupos armados tendrán que poder confiar en el gobierno, y el presidente no debe anunciar acuerdos que no existen.
Pero creo que PWS esperará a la confirmación oficial de todas las partes antes de escribir un artículo sobre los detalles.