Una Victoria de la Democracia Sobre la Corrupción en Guatemala
Un día de tensión en el que los legisladores intentaron impedir la toma de posesión del presidente Arévalo
Bien entrada la madrugada, tras un día de espurios retrasos, ataques legales y acusaciones por parte de la clase política dominante de Guatemala, Bernardo Arévalo de León fue finalmente investido presidente.
La toma de posesión oficial del socialdemócrata representa una victoria sobre meses de maniobras políticas y acciones antidemocráticas por parte de los poderes legislativo y judicial del país, que Arévalo ha calificado como "los esfuerzos de una élite política y económica para socavar la voluntad del pueblo."
Arévalo sorprendió al mundo político al remontar en las elecciones presidenciales y ganar por abrumadora mayoría gracias a sus promesas de luchar contra la corrupción endémica en Guatemala.
Pero nada más ganar, las mismas élites que prometió combatir empezaron a socavar su victoria.
Fiscales corruptos intentaron socavar los resultados de las elecciones mediante acusaciones infundadas de fraude, asaltando las oficinas de su partido político, Movimiento Semilla, que finalmente se disolvió oficialmente, y el día en que iba a jurar su cargo, intentaron impedir que tomara posesión mediante argucias procesales.
Las protestas, organizadas en apoyo de Arévalo, en gran parte por comunidades indígenas llevan meses en las calles, abogando por el presidente electo frente a lo que han descrito como un "golpe de estado" por parte de funcionarios corruptos.
Para ellos, el domingo empezó como una celebración en las calles, pero después de que el Congreso se negara a acreditar a los legisladores del Movimiento Semilla y, por tanto, a detener la toma de posesión de Arévalo, las fiestas callejeras se convirtieron rápidamente en protestas.
Los guatemaltecos se enfrentaron a veces con la policía, asaltando barricadas levantadas por las fuerzas del orden para llegar al Congreso, donde miles de personas exigieron que se respetara la voluntad del pueblo y que Arévalo jurara su cargo.
Numerosos jefes de Estado y representantes extranjeros se encontraban ya en Ciudad de Guatemala para asistir a la ceremonia, entre ellos Boric, de Chile, Petro, de Colombia, y representantes de México.
Como la ceremonia de investidura se retrasó por culpa de los legisladores salientes, los invitados emitieron un comunicado conjunto en el que instaban al Congreso a "respetar la voluntad del pueblo".
Finalmente, pasada la medianoche, tras una declaración del Organismo Judicial Electoral de Guatemala en el sentido de que los legisladores debían respetar los resultados de las elecciones, Arévalo prestó juramento.
"Never again authoritarianism," he proclaimed after accepting the presidential sash.
He credited indigenous protesters and youth activists for his victory, thanking them for fighting against the forces that sought his ouster before he even took office.
"The people of Guatemala have demonstrated their wisdom, and institutions such as the Constitutional Court and the Supreme Electoral Tribunal have protected the sovereign desire of Guatemalans to live in democracy," the president said in his first speech.
Arévalo ha prometido luchar contra la corrupción y aplicar reformas económicas en el país centroamericano, donde más del 30% de los ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza.
Para sus partidarios, fue una improbable victoria de la democracia sobre la corrupción. Su gobierno comienza tras más de 100 días de protestas en las calles.